Brindando talleres virtuales, dando raciones de comida y como un eslabón entre las personas y la vacuna contra el coronavirus, las bibliotecas populares demuestran a diario que son un elemento fundamental en los barrios de Rosario. Ahora, hay un proyecto en el Concejo que propone aumentar la partida presupuestaria que tienen por parte de la Municipalidad, que actualmente es de 65 mil pesos anuales, para llevarlo a 57 mil pesos mensuales.
El proyecto fue presentado por los concejales Marina Magnani y Andrés Giménez, quienes plantean modificar la ordenanza 7.613 para establecer que el monto mensual que se le otorga a las bibliotecas populares será el equivalente a la asignación básica de la categoría 16 del escalafón del personal municipal, lo que representa alrededor de 57 mil pesos, según detalló Magnani en diálogo con La Capital.
“La Municipalidad, una vez al año, da 65 mil pesos a las bibliotecas populares que reúnan una serie de requisitos. Planteamos la idea de actualizar y mensualizar el monto, porque el sentido que tiene la biblioteca popular es que esté abierta”, indicó la edila. Actualmente hay 24 bibliotecas populares en la ciudad y todas perciben ese subsidio.
“Además de libros, algunas tienen computadoras e internet. En contexto de pandemia, muchos pibes y pibas tienen ahí una herramienta de conectividad”, agregó y dijo que “las bibliotecas tienen talleres de todo tipo y hacen muchas tareas sociales”.
Justamente, estas instituciones siguieron trabajando como pudieron durante la pandemia y ahora retoman, de a poco, los talleres. Incluso, algunas brindan raciones de comida y hasta se erigen como puestos de vacunación.
«Ahora se están reactivando los talleres. De acuerdo a la disponibilidad de lugares que tienen las bibliotecas se pueden realizar diversas actividades para cumplir con la normativa sanitaria vigente”, explicó la presidenta de la Asociación de Bibliotecas Populares de Rosario, María Luisa Carletti.
Como ejemplo, citó a la biblioteca popular de La Florida, de la cual forma parte, y contó que el taller de ajedrez que se abrió esta semana ya no tiene cupo y tuvieron que abrir una lista de espera, por el hecho de cumplir con los protocolos respecto de la cantidad de concurrentes.
Además, comentó que muchas instituciones ampliaron su horario de atención para poder albergar a mayor cantidad de interesados en acercarse tanto a buscar libros como a los talleres.
Raciones y vacunas
Por su parte, el referente de la biblioteca popular Pocho Lepratti, Carlos Núñez, manifestó que los talleres “están reiniciándose con los cuidados pertinentes”. Enumeró una decena de opciones para chicos y chicas, que van desde la lectura hasta el apoyo escolar y anticipó que pondrán en funcionamiento un taller de radio para chicos de entre 9 y 12 años.
Núñez aseguró que alrededor del 70% de quienes iban a los talleres antes de las últimas restricciones volvió, pero que como esta semana se reiniciaron las actividades, puede que también vuelva el 30% restante.
Durante las épocas en la que la biblioteca no podía brindar los talleres de manera presencial, desde la Pocho Lepratti siguieron impartiendo actividades virtuales y poniendo a disposición material para las familias que quisieran ir a retirarlo: “Muchas de ellas aún continúan. Se hicieron desde videos hasta narraciones virtuales”, remarcaron.
Al margen de estas actividades, la biblioteca arrancó, en abril del 2020, a dar 150 raciones de comida a quienes lo necesitaran todos los viernes. “Sostenemos una olla comunitaria y en la entrega del viernes pasado también conseguimos kits de útiles escolares para darle a varias familias para que los chicos puedan empezar las clases”, comentó Núñez.
Ese mismo viernes, en una acción conjunta con el Centro Municipal de Distrito Sur y el Centro de Salud Luis Pasteur, montaron un puesto de vacunación para vecinos. Sobre ello, el referente.
Fuente: lacapital.com.ar