En estos días circuló un desesperado pedido de la madre de Julián Assange por la vida y la libertad de su hijo, quien fue perseguido, hostigado con acusaciones falsas, detenido y sometido a torturas desde hace años por los gobiernos de Estados Unidos. Con distintos presidentes, pero siempre con el mismo objetivo: Usar a Julián Assange como ejemplo trágico para disciplinar a quienes se atreven a denunciar los crímenes del Imperialismo norteamericano en el mundo.
Julián reveló información secreta sobre crímenes de Estados Unidos y la OTAN contra poblaciones civiles, y el sistema de espionaje cibernético que ejercían contra funcionarios de todos los países del mundo, especialmente contra aquellos que no aceptaban las políticas dictadas por Estados Unidos para el sometimiento económico de sus pueblos.
Argentina fue una de las víctimas de este espionaje, y Julián Assange hizo públicos documentos que lo prueban. En esos documentos se evidencia que el gobierno de Estados Unidos no sentía agrado por el gobierno Argentino de entonces, porque era poco permeable a aceptar condiciones leoninas en los intercambios entre ambas naciones. En diciembre de 2015 el gobierno argentino cambió de mando, y un aliado del Estado Norteamericano asumió la presidencia de nuestro país.
Al igual que la Gran Nación Opresora del Norte, el nuevo presidente aliado persiguió, hostigó con acusaciones falsas, detuvo y sometió a torturas a sus opositores políticos, y del mismo modo, espió ilegalmente a todos y todas. Y lo hizo para endeudarnos con una suma impagable ante el FMI, cuyo principal integrante y accionista es EEUU, y de esta manera entregarnos nuevamente al dictado político y económico de esa nación, después de 10 años de independencia.
Lo que el FMI (EEUU) quiere de la Argentina es que no tengamos desarrollo autónomo, que no tengamos tecnología propia, que no tengamos mercado interno fuerte ni industrias, que no podamos decidir con qué países aliarnos para lograr nuestros objetivos, y que nuestras poblaciones vivan en la pobreza y la sobreexplotación permanente, generando ganancias sólo para empresas norteamericanas. Sólo Perón, Néstor y Cristina impidieron durante sus gobiernos que estos objetivos se lleven adelante.
Liberarnos de ese poder opresor y homicida vuelve a ser la tarea de todo argentino y argentina de bien.
Se publicó el 14 de enero 2022